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En una entrevista reciente en el programa Nuestro Tiempo de LT35 Radio Mon Pergamino, el delegado de la localidad de Rancagua, Leo Paganini, compartió detalles sobre el cierre de una proveeduría emblemática en el pueblo y el futuro comercial de la zona.

Durante 15 años, el pequeño almacén que operaba en la localidad fue un punto de referencia para los vecinos. Paganini, quien también era el propietario, decidió cerrar las puertas del negocio debido a su creciente dedicación a la función pública. “No podía dedicarle el tiempo necesario debido a mis responsabilidades como delegado”, explicó, destacando la relación cercana con los clientes, muchos de los cuales lo acompañaron durante todo ese tiempo.

El local, que ocupaba la casa que pertenecía a sus abuelos, era una proveeduría que ofrecía productos esenciales para el hogar. A lo largo de los años, varias personas colaboraron en el negocio, entre ellas la esposa de Paganini, quien se encargaba de gran parte del trabajo, especialmente en el último año.

Sin embargo, hay buenas noticias para los vecinos de Rancagua, ya que un grupo de jóvenes locales se ha interesado en reabrir el local, que cambiará de nombre. El nuevo emprendimiento comenzará a funcionar el 14 de enero, lo que genera expectativas de revitalización comercial en la zona.

Por otro lado, Paganini también habló sobre un proyecto de gran envergadura que está cambiando la cara de la entrada de Rancagua: el desarrollo de un barrio cerrado que abarca unas 40 hectáreas y contará con 150 lotes. El complejo ofrecerá una variedad de instalaciones recreativas, como canchas de pádel, tenis, fútbol, golf, pileta y una confitería. Este proyecto no solo transformará la infraestructura del pueblo, sino que también promete generar empleo, especialmente para los jóvenes de la localidad, con oportunidades en áreas como seguridad y mantenimiento del parque.

El futuro parece prometedor para Rancagua, con la posibilidad de que nuevos emprendimientos comerciales surjan en el barrio cerrado, lo que podría aliviar la necesidad de los vecinos de viajar a Pergamino para acceder a ciertos servicios. Paganini señaló que el desarrollo de este proyecto podría duplicar la población del pueblo, convirtiéndolo en una localidad aún más dinámica.

“Vamos a seguir trabajando para mejorar la calidad de vida de los vecinos de Rancagua”, concluyó Paganini, dejando un mensaje de esperanza y progreso para el 2025.

El cierre de la proveeduría y la llegada de nuevos proyectos son prueba de que Rancagua sigue en evolución, con un fuerte enfoque en el desarrollo comercial y la creación de empleo para su comunidad.

Escucha la entrevista completa:

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