El presidente Javier Milei volvió a generar polémica al criticar duramente a su vicepresidenta, Victoria Villarruel. Durante una entrevista en LN+, Milei dejó en claro que la relación entre ambos atraviesa un momento crítico al señalar que Villarruel «está más cerca del círculo rojo y de lo que nosotros llamamos la casta».
El mandatario también reveló que Villarruel decidió alejarse de las reuniones de gabinete y afirmó que su participación en el gobierno es mínima: «No tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones». Según Milei, su vínculo con la vicepresidenta se limita a un nivel estrictamente institucional para cumplir con los roles que la Constitución exige.
Estas declaraciones reavivan una grieta que ya se había insinuado en el espacio libertario. La diputada Lilia Lemoine había acusado previamente a Villarruel de estar alineada con la «alta política», calificándola como «100% casta». Aunque en su momento esta crítica no tuvo eco, ahora Milei parece confirmar esas percepciones.
En la misma entrevista, Milei no escatimó en autoelogios, destacando logros económicos como la reducción de la inflación, el desempleo y la pobreza, además de elevar el salario promedio a 1.300 dólares. Sin embargo, evitó profundizar en los cuestionamientos que existen sobre la distribución de estos beneficios entre los trabajadores.
Consultado sobre una posible alianza electoral con el PRO para 2025, Milei se mostró abierto a la idea, asegurando que mantienen «un excelente diálogo» y que comparten un enemigo común: «los colectivistas que odian el cambio». A pesar de estas declaraciones conciliadoras, desde el macrismo se han mostrado preocupados por la posibilidad de que el gobierno anule las PASO, una medida que consideran clave para definir las candidaturas.
Además, Milei dedicó tiempo a defender el rol de su hermana Karina, a quien describió como una figura clave en la construcción del espacio libertario: «La supuesta pastelera, en seis meses armó un partido. Mirá donde nos puso».
Por último, el mandatario retomó su tono confrontativo al referirse a líderes de izquierda como Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Gustavo Petro y Claudia Sheinbaum, a quienes calificó despectivamente como «cucarachas». Según Milei, estos dirigentes fueron exitosos en lo cultural y político, pero «un desastre en lo económico».
El presidente cerró la entrevista con un mensaje ambiguo sobre sus próximas decisiones, incluida la controvertida propuesta de demoler el edificio del Ministerio de Desarrollo Social, algo que, según él, aún está en evaluación.
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