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En una reciente entrevista en el programa «Nuestro Tiempo», conducido por Gustavo Pérez Ruiz en LT35 Radio Mon Pergamino, el arqueólogo Oscar Palacios compartió detalles sobre el taller promovido por la Secretaría de la Producción y la Estación Experimental del INTA, que se lleva a cabo en el histórico Reducto Rural Fortificado, a pocos días de concluir su ciclo teórico-práctico.

El Reducto, construido en 1937, es una estructura clave de la historia local, que sobrevivió a dos ataques de tropas unitarias y se mantiene como una de las pocas construcciones de este tipo en la región. Con tres habitaciones en su planta baja y una en el primer piso, la edificación tiene un mirador desde donde, en épocas antiguas, se podía observar un horizonte de hasta 10 kilómetros, lo que facilitaba la defensa ante posibles ataques. Según Palacios, la arquitectura de la casa es única, destacando una escalera empinada que lleva a un mirador que ha generado numerosas historias y especulaciones.

A lo largo de su historia, el reducto sufrió varias restauraciones, pero no sin controversia. Durante los trabajos de los años 60 y 70, se utilizó material moderno, como cemento y electricidad, lo que generó problemas estructurales a largo plazo. Sin embargo, Palacios destacó que hoy se está trabajando con criterios más estrictos, empleando los materiales originales para preservar la estructura.

El arqueólogo también habló sobre la historia de la propiedad, que perteneció a Juan Pío Cueto, un importante personaje local que fue juez de paz y tuvo una estrecha relación con los federales, como el general Dorrego, cuyo hermano fue socio de Cueto. La propiedad, que se pagó en parte con ganado, sigue siendo un tesoro histórico, declarado patrimonio nacional y provincial.

En cuanto al taller, Palacios destacó la participación activa de jóvenes locales, muchos de los cuales fueron estudiantes del profesorado 122 de Historia de Pergamino. Tras semanas de estudios teóricos, los participantes tuvieron la oportunidad de excavar en el sitio, descubriendo fragmentos de cerámica, vidrios antiguos y partes de metales, como una falleba de ventana que revela signos de haber sido forzada en algún momento de la historia del reducto.

Aunque no se han encontrado restos humanos en el área inmediata al reducto, Palacios explicó que esto no es común, ya que los cuerpos de los combatientes o fallecidos eran generalmente enterrados en otros lugares. La excavación también ha servido para reconstruir la vida cotidiana en la casa, que fue un espacio dinámico, tanto defensivo como productivo.

En relación a futuras publicaciones, el arqueólogo anticipó que pronto se dará a conocer un artículo detallado sobre la historia y las investigaciones realizadas en el reducto.

El trabajo de Palacios y su equipo ha permitido a los habitantes de Pergamino redescubrir un pedazo de su historia, estimulando el interés por su patrimonio y fortaleciendo su identidad local.

Escucha la entrevista completa:

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