La casona de calle San Martín 838 recibe este sábado desde las 20 horas, a la última muestra del proyecto “Cultura Abierta”: Encuentros de Verano. Tecnología, esoterismo y performance son algunas de las propuestas que acompañarán la apertura de esta esperada exhibición colectiva.
Ya cerrando un ciclo de trabajo y con ello una muestra por cada estación del año, Encuentros de Verano propone el cierre de una experiencia creativa atravesada por la tecnología y las huellas que este ciclo temporal dejó en las artistas Nina Piatti, Laura Escande, Leila Aranda, Luciana Motta, Marcela Cenacchi y Raquel Faraoni Marro.
En relación a Encuentros de Verano, los coordinadores comentaron que “el punto de arranque, fue interpretar los variados significados de verano para entender y orientar la praxis artística. El Verano se inicia en un “solsticio”, y el término solsticio proviene de dos palabras latinas, la primera es “sol” que hace referencia a la estrella más importante que nos llena de luz, nos nutre y nos alimenta; y la segunda es “sistere” que literalmente significa “estar quieto”. Reconocemos también que el solsticio se vincula a lo astrológico, de ahí que se le considere a este fenómeno una puerta a la expresión más grande de la luz en la vida, ya que llega el sol para iluminar la oscuridad que nos apresa. Desde el aspecto espiritual el verano significa abundancia, ello se refleja en el volumen extensivo de las plantas y en la dicha del ser humano que renace junto con todas sus emociones encaminadas a la alegría y el bienestar, ese renacer es visible en todos los seres vivos”.
Coordinadas por Javier Carrera las cinco artistas materializan en sus obras la experiencia del cuerpo como territorio creativo. “En él se inscribe la historia de lo vivido, quedan marcas y cicatrices. El cuerpo no deja de cambiar a lo largo de nuestra vida, la edad y la genética son los principales responsables de estos cambios aunque no los únicos”, explican.
Otro aspecto que operó como disparador creativo en Encuentros de Verano tiene que ver con “el esoterismo, entendido como un conjunto de conocimientos y prácticas relacionados con la magia, la alquimia, la astrología y otras materias semejantes que no se basan en la experimentación científica, es otro de los caminos elegidos desde lo colectivo. Investigar sobre la baraja del tarot fue otra de las actividades, porque solo basta ver la figura, e intuir el significado de cada arcano mayor ha generado en nosotras las artistas, nuevos aprendizajes”, añadió Marcela Cenacchi.
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