Este martes 24 de septiembre, la comunidad pergaminense volvió a reunirse para celebrar a su patrona, la Virgen de la Merced. La jornada central incluyó una emotiva procesión y varias misas que marcaron el día de devoción, culminando con la tradicional misa presidida por el presbítero Carlos Miri en el templo principal de la ciudad.
Las actividades religiosas habían comenzado desde los primeros días de septiembre, pero fue este martes cuando se llevó a cabo la celebración más importante. La procesión partió desde la Parroquia San Vicente y recorrió las calles de Pergamino, donde numerosos fieles se unieron entre cánticos y oraciones. Durante el recorrido, los devotos aprovecharon la oportunidad para presentar sus pedidos y agradecimientos a la Virgen, mientras la acompañaban hacia la Iglesia mayor.
Al llegar al templo, una multitud ya aguardaba para participar de la misa, un acto central en la festividad de la patrona local. Con pañuelos blancos en alto, los fieles recibieron a la imagen de María en su casa parroquial, en una muestra de profunda devoción.
Durante la homilía, el presbítero Miri hizo un llamado a los presentes a reflexionar sobre la importancia de la oración, recordando a Santa Teresa, quien definió la oración como «hablar con aquel que sabemos que es Dios». Miri subrayó que «cuando abrimos el corazón a Dios, también lo abrimos a la Madre», invitando a los fieles a acercarse con confianza a la Virgen María.
La festividad de la Virgen de la Merced, que se celebra cada año el 24 de septiembre, vuelve a reafirmar el fuerte vínculo espiritual que une a la ciudad de Pergamino con su patrona, convocando a feligreses de todos los barrios y pueblos del Partido en un día marcado por la fe y la esperanza.
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