La pandemia por coronavirus movilizó a organismos y especialistas de salud de la provincia de Buenos Aires que trabajaron en el abordaje de la enfermedad desde distintas aristas y en acuerdo con instituciones nacionales. Fue así que el INTA se integró en el mes de abril a la red para el diagnóstico de COVID-19 procesando muestras recibidas de centros de salud del Gran Buenos Aires y realizando acciones de capacitación en conocimientos y tecnologías aplicadas a la detección del agente viral.
Los ensayos de diagnóstico para SARS-CoV-2 realizados en el Instituto de Virología del Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias y Agronómicas (CICVyA) del INTA Castelar –ubicado en la localidad Hurlingham-, contó con el grupo de diagnóstico COVID que “se conformó con el consentimiento voluntario de más de 30 personas pertenecientes a los institutos de Biotecnología, Patobiología, Virología y de la dirección del centro”, destacó Karina Trono, directora del Instituto de Virología.
“Hemos trabajado incansablemente y logramos cumplir con los objetivos propuestos”, indicó Trono, tras referirse al cumplimiento del objetivo acordado con la Ministerio de Salud.
El compromiso del INTA implicó al equipo de profesionales que intervino efectuar ajustes para lleva a cabo un protocolo de trabajo que brindara seguridad, siguiendo los pasos precisos para la ruta y custodia de las muestras, las distintas fases del proceso y las consideraciones particulares de bioseguridad y riesgo de cada una.
Bajo la supervisión del coordinador del Programa Nacional de Salud Animal, Ariel Pereda, y la verificación técnica de Trono, fue designado un equipo de responsables en tres pilares críticos del proceso, como: bioseguridad, a cargo de Juan Schammas; trazabilidad con la coordinación de Irene Álvarez, y competencia Técnica, a partir del trabajo de María José Dus Santos.
Asimismo, la capacitación brindada al personal que participó del proceso posibilitó enfrentar un enorme volumen de trabajo que superó las 15.000 muestras procesadas durante los 8 meses, provenientes de forma ininterrumpida -de lunes a sábado- de hospitales y municipios de la Región Sanitaria VII, zona oeste del gran Buenos Aires, integrada por: Hurlingham, Las Heras, Loma Hermosa, Luján, Marcos Paz, Merlo, Montes de Oca, Moreno, y General Rodríguez, entre otros.
Además de la labor específica de diagnóstico, el grupo de profesionales COVID del INTA capacitó a profesionales de otros centros de salud, como fue el caso del Hospital Mariano y Luciano de la Vega –Moreno-, el Hospital Nacional Sommer -General Rodríguez- y de la Universidad Nacional de Hurlingham, en temáticas afines al proceso de diagnóstico (bioseguridad, extracción de ácidos nucleicos, amplificación por PCR en tiempo real, entre otros).
También, Trono reconoció “hemos preparado y cedido un stock de ARN de pacientes positivos para ser utilizado como control positivo del kit NeoKit®, en marco de un Acuerdo de Transferencia de Material (MTA) entre INTA y el Ministerio de Salud provincial”.
Cabe destacar que el INTA cuenta con el Laboratorio de Contención Biológica del Instituto de Virología que es referente nacional en la materia, con capacidad para brindar respuestas tecnológicas y servicios especializados para afrontar esta pandemia. Las instalaciones cumplen con estándares internacionales para Nivel de Seguridad Biológica 4 (NSB4) de la Organización Mundial de Sanidad Animal.