Con el correr de las horas, la desesperación de los familiares de los desaparecidos en el trágico derrumbe del hotel Dubrovnik en Villa Gesell aumenta. A más de un día del colapso, las autoridades y los equipos de rescate buscan a siete personas que estarían atrapadas bajo los escombros del edificio de diez pisos, ubicado en la esquina de Buenos Aires y calle 1, a una cuadra de la playa.
Entre los desaparecidos se encuentra la propietaria del hotel, María Rosa Stefanic, de 52 años; su sobrino José Nahuel Stefanic, de 25, y la novia de este, Dana Desimone, de 28. Además, cuatro trabajadores de la obra, que se realizaba en una parte modificada ilegalmente del hotel, permanecen desaparecidos. Dos de ellos han sido identificados como el plomero y gasista Mariano Troiano, de 47 años, quien se encontraba realizando reformas de plomería, y Matías Chaspman, de 26, ambos oriundos de Mar del Plata. Otros dos trabajadores aún no han sido plenamente identificados, aunque se sabe que uno de ellos se llama Ezequiel y otro, Javier Gutiérrez, es carpintero.
Durante la madrugada, los equipos de bomberos detectaron una «señal» a nueve metros bajo los escombros, en el mismo lugar donde los perros de búsqueda marcaron un rastro. Hugo Piriz, jefe de Bomberos Voluntarios de Villa Gesell, confirmó a la prensa: «Es un sistema que marca un pulso en el mismo lugar que los perros detectaron algo. Es donde más escombros hay». Sin embargo, aún no se ha confirmado si la señal corresponde a una persona.
Federico Ciocchini, un turista de 84 años oriundo de Balcarce, perdió la vida en la tragedia. Su esposa, María Josefa Bonazza, de 79, fue rescatada con heridas graves y trasladada de urgencia al hospital local.
El ministro de Seguridad, Javier Alonso, declaró que el operativo de rescate no concluirá hasta remover todos los escombros y hallar a todas las personas. Alonso también resaltó la necesidad de proteger a los bomberos y rescatistas que arriesgan su vida en cada maniobra.
Este trágico suceso ha puesto de relieve la construcción irregular en la zona. Según denunciaron las autoridades municipales, el sector que colapsó había sido modificado con una obra presuntamente ilegal, lo que plantea interrogantes sobre la seguridad de la estructura y la regulación de este tipo de remodelaciones en edificios turísticos.
Mientras tanto, Karen, hija de Mariano Troiano, expresó la consternación de la familia. «Mi padre fue a modificar duchas y baños en el hotel», explicó, y recordó que la arquitecta del proyecto sugirió que su padre contratara un seguro de vida, algo que en su momento sorprendió a la familia.
