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En el programa Nuestro Tiempo, conducido por Gustavo Pérez Ruiz en LT35 Radio Mon Pergamino, el exfuncionario y referente agropecuario Jorge Solmi realizó un análisis detallado sobre el cierre del año para el sector productivo, especialmente el agropecuario. En un diálogo que abordó temas económicos, climáticos y financieros, Solmi brindó una radiografía de la situación que atraviesan los pequeños y medianos productores en un contexto complejo.

Un año marcado por la recuperación climática y el desequilibrio económico

“El sector agropecuario es diverso y enfrenta realidades muy diferentes según la región”, comenzó Solmi, subrayando que 2024 fue un año de transición climática. Tras tres años de sequía, la situación hídrica mejoró, pero no sin altibajos. “En esta zona, la cosecha temprana fue más favorable, pero las lluvias prometidas no siempre se concretaron, generando incertidumbre”.

A pesar de un leve repunte en la contribución del sector al Producto Bruto Interno durante el último trimestre, el panorama económico sigue siendo desalentador. “Los precios relativos han empeorado para el productor. Hoy, comprar un litro de gasoil requiere vender casi cinco kilos de soja, cuando en otras épocas se necesitaban apenas 1,3 kilos”, ejemplificó Solmi.

Mercados globales y el impacto de los costos

El exceso de oferta mundial de soja ha sido un factor determinante en la caída de los precios, según informó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. “Estamos ante uno de los valores más bajos desde la aparición de la vaca loca”, advirtió. Sin embargo, también señaló que problemas climáticos en Paraguay podrían revertir parcialmente esta tendencia.

Por otro lado, los insumos han registrado incrementos significativos, arrastrados por el aumento del gasoil y del petróleo. Aunque algunos fertilizantes tradicionales han mantenido precios estables en dólares, “las nuevas mezclas que ofrecen los laboratorios son mucho más caras”, explicó.

La economía más allá del agro

En un análisis más amplio, Solmi expresó su preocupación por la economía en general. “La detención de la inflación es algo que muchos valoran, pero no se analizan los peligros de una atadura financiera y un dólar barato”. Destacó también la creciente brecha entre lo que recibe el productor y lo que paga el consumidor, un problema visible en productos como la yerba y el vino.

Finalmente, describió un panorama de “quietud preocupante” en los comercios locales, reflejo de un consumo en retroceso. “La economía genera una calma que inquieta, especialmente a los comerciantes de nuestra ciudad”, concluyó.

Un deseo de paz y prosperidad

Para cerrar, Solmi extendió sus mejores deseos para las fiestas y el año entrante, esperando que 2025 traiga mejores condiciones para el sector y el país en su conjunto.

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