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(Reuters).- Alemania y Francia se preparaban para anunciar el miércoles restricciones que se acercan al nivel de los confinamientos de la pasada primavera boreal, ya que las muertes por COVID-19 subieron casi un 40% en Europa en una semana, provocando el desplome de los mercados financieros por temor a los costos.

La canciller alemana, Angela Merkel, se reunirá con los líderes estatales para evaluar el cierre de restaurantes y bares, aunque colegios y guarderías seguirían abiertos, al tiempo que se permitirá que la gente salga en público solo con integrantes de su hogar.

En Francia, que superó los 50.000 casos nuevos al día, el presidente Emmanuel Macron ofrecerá un discurso televisado en la noche del miércoles en el que se espera que anuncie más restricciones al movimiento de las personas tras los toques de queda aprobados la semana pasada en gran parte del país.

 

Se espera que las medidas, que imitan decisiones similares tomadas en Italia y España, dejen a los colegios y a la mayoría de los negocios funcionando y sean menos severas que los cierres casi totales impuestos al principio de la crisis en marzo y abril.

 

No obstante, el costo económico será probablemente grande, fulminando las frágiles señales de recuperación vistas durante el verano boreal y elevando la posibilidad de una doble caída en recesión. Las bolsas europeas se desplomaban el miércoles, tocando sus mínimos desde junio, mientras que el euro se depreciaba frente al dólar.

Aunque los líderes han intentado evitar el duro costo de los confinamientos, las nuevas medidas reflejan la creciente alarma por el desatado ritmo de la pandemia en España, Francia, Alemania, Rusia, Polonia y Bulgaria.

“Si esperamos hasta que las unidades de cuidado intensivo estén llenas será demasiado tarde”, dijo el ministro alemán de Salud, Jens Spahn, cuyo país ya está admitiendo pacientes de la vecina Holanda, donde los hospitales han superado sus límites.

El primer ministro francés, Jean Castex, advirtió a los legisladores que las UCIs del país estarán saturadas el 11 de noviembre si no se hace algo para frenar una pandemia que ha infectado a más de 42 millones de personas y ha acabado con la vida de más de 1,1 millones de personas a nivel mundial.

Los hospitales suizos podrían alcanzar dentro de pocos días su punto de quiebre, indicaron funcionarios.

Las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud mostraron el martes que Europa reportó 1,3 millones de casos nuevos en los últimos siete días, casi la mitad de los 2,9 millones registrados a nivel mundial, con más de 11.700 muertes, un salto del 37% frente a la semana previa.-

En esta nota: James Mackenzie; Carlos Serrano

 

 

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