En un juicio que estremeció a la comunidad, el Tribunal de Casación confirmó la sentencia de cadena perpetua para Aitta Valiente y Barrionuevo, declarados responsables del homicidio de Liguori, en un brutal ataque que dejó como única testigo presencial a Carolina Piperno, esposa de la víctima. Piperno, quien sobrevivió al ataque, dio un testimonio desgarrador que resultó clave para la condena de los imputados.
Según relató Piperno en la audiencia, ella y su esposo intentaron escapar tras percatarse de la amenaza inminente. Sin embargo, fueron perseguidos y atacados a tiros. En un momento de máxima angustia, Liguori, ya herido, miró a su esposa y le dijo: “me mataron” antes de desplomarse. Este último mensaje resonó en la sala, transmitiendo el impacto del trágico desenlace.
El informe de la autopsia confirmó que Liguori murió debido a un paro cardiorrespiratorio traumático causado por una herida de bala que le atravesó el pulmón izquierdo. La resolución judicial subrayó la gravedad del crimen y resaltó la reincidencia de los acusados en delitos violentos, una circunstancia que influyó en la determinación de la pena máxima.
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