El pasado sábado por la noche, en la sala de cuidados intensivos del Hospital «San José», se informó sobre el fallecimiento de Pablo José Corro, quien sucumbió a las graves quemaduras sufridas tras prenderse fuego a sí mismo el jueves anterior en el barrio Jorge Newbery.
El trágico incidente ocurrió cuando Corro, en un aparente acto de desesperación, se presentó en la casa de su expareja con un bidón de nafta. Según los reportes, Corro amenazó con incendiar la vivienda familiar, ubicada en un asentamiento del mencionado barrio, en represalia por una denuncia que su ex pareja había realizado en su contra ante la Comisaría de la Mujer. Dicha denuncia había resultado en una orden de «prohibición de acercamiento».
Ante las amenazas, la mujer se negó a abrir la puerta y contactó de inmediato a la Policía. Sin embargo, al llegar los uniformados, Corro procedió a vaciar el contenido del bidón sobre su cuerpo y se prendió fuego, provocándose quemaduras en el 80% de su cuerpo.
A pesar de los esfuerzos de los oficiales de la Comisaría Tercera y del Comando por sofocar las llamas, Corro sufrió heridas graves. Una ambulancia del SAME llegó al lugar y, con un cordón sanitario y custodia policial, trasladó al hombre al Hospital «San José» a gran velocidad.
En el hospital, Corro fue recibido en la guardia y se le practicaron las curaciones necesarias antes de ser internado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). Lamentablemente, las lesiones resultaron ser letales y, tras 48 horas de cuidados intensivos, la médica Gimena Baes comunicó oficialmente su fallecimiento a las 20:30 del sábado.
Este trágico suceso destaca la gravedad de los episodios de violencia de género y la necesidad urgente de medidas preventivas y de apoyo para las víctimas.
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