En el programa Nuestro Tiempo, conducido por Gustavo Pérez Ruiz en LT35 Radio Mon Pergamino, Mario Romero, secretario general de APINTA a nivel nacional, expuso su preocupación ante el panorama incierto que enfrenta el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) debido a la venta de bienes estatales que podría impactar severamente su funcionamiento.
Romero detalló que en Pergamino, de las 326 hectáreas que posee la estación experimental, está prevista la venta de 272, dejando solo 54 hectáreas para ensayos e investigaciones. Según explicó, las hectáreas en producción generan ingresos mediante cooperadoras que reinvierten esos fondos en instrumental, maquinaria y mejoras edilicias. Sin embargo, con la venta de estas tierras, «desaparecerían las cooperadoras y una fuente de financiamiento esencial para las estaciones experimentales», enfatizó.
Un modelo repetido: el negocio inmobiliario estatal
El dirigente sindical criticó duramente el manejo de las ventas inmobiliarias estatales, que, según denunció, no benefician al INTA ni a otros organismos públicos. Romero afirmó que estos ingresos suelen destinarse al Tesoro Nacional, cubriendo deudas o déficits fiscales, en lugar de regresar a las instituciones afectadas. Además, alertó sobre la existencia de una “mafia de rematadores” que aprovecha estas operaciones, perjudicando al Estado en millones de dólares.
Romero se basó en informes de la Auditoría General de la Nación, los cuales han documentado pérdidas significativas en la venta de bienes estatales. «Esto no lo dice Mario Romero, lo dice la Auditoría General de la Nación», puntualizó, mencionando nombres como Caputo Sociedad Anónima entre los beneficiarios de estas prácticas.
Impacto en los trabajadores y en la ciencia nacional
El sindicalista subrayó las posibles consecuencias de estos recortes: pérdida de puestos de trabajo, cierre de agencias de extensión y desfinanciamiento de proyectos clave para el desarrollo agropecuario del país. «Esto ya lo vivimos en los ’90 con el menemismo y en el gobierno de Macri. Muchos profesionales capacitados por el INTA se fueron al sector privado o al exterior porque no tenían futuro en su país», recordó.
Movilización y decisión clave
Romero anunció que el próximo jueves 28 el Consejo Directivo Nacional del INTA, integrado por representantes del Poder Ejecutivo y entidades agropecuarias, definirá el futuro del organismo. «Se decidirá si se sigue achicando el INTA o si se defiende su institucionalidad», indicó. Paralelamente, trabajadores del INTA se movilizarán en Buenos Aires y realizarán asambleas en cada estación experimental, incluyendo Pergamino, en defensa del organismo.
«El INTA no solo es un bastión científico, sino una herramienta estratégica para el desarrollo del país. Su vaciamiento sería una transferencia directa al sector privado», concluyó.
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