En los últimos días, varias regiones de Argentina se encuentran en alerta por la llegada de una densa cortina de humo, producto de los incendios forestales en Bolivia, Brasil y Paraguay, que ha deteriorado la calidad del aire y generado preocupaciones por sus efectos en la salud. Este fenómeno podría derivar en «lluvia negra», una precipitación oscura que arrastra partículas contaminantes como cenizas y hollín, afectando a más de 10 provincias, incluyendo el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advierte que el fenómeno podría intensificarse debido a la combinación de humo con frentes fríos y alta humedad, lo que facilitaría la formación de esta lluvia contaminada. Se espera que las provincias de Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe, Tucumán, Jujuy, Salta, Catamarca y Buenos Aires sean las más afectadas.
Riesgos para la salud y recomendaciones
La exposición prolongada al humo y a la «lluvia negra» puede provocar problemas respiratorios, irritación ocular y de las vías respiratorias, y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Personas con enfermedades respiratorias crónicas, alergias o condiciones cardiovasculares son especialmente vulnerables. Ante esta situación, las autoridades sanitarias recomiendan limitar las actividades al aire libre, cerrar puertas y ventanas, y utilizar mascarillas adecuadas para protegerse de las partículas suspendidas.
Se prevé que el fenómeno persista durante varios días, afectando tanto la visibilidad como la calidad del aire, y que podría intensificarse con la llegada de lluvias y tormentas. La población de las zonas afectadas debe estar alerta y tomar las precauciones necesarias para minimizar los riesgos a la salud.
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