En el contexto económico actual, la caída del consumo y la producción en Argentina ha generado gran preocupación entre los empresarios y expertos en comercio internacional. Según Lisandro Mogliati, asesor en comercio exterior y consultor de empresas, la situación es crítica y podría empeorar si no se toman medidas adecuadas.
Durante una reciente entrevista en el programa *Nuestro Tiempo*, conducido por Gustavo Pérez Ruiz, Mogliati destacó que el consumo ha registrado una caída del 11,6% en los primeros seis meses del año en comparación con el mismo período del año anterior. Esta disminución no solo afecta al sector minorista, sino también a la producción, ya que muchas empresas están viendo reducciones significativas en sus ventas y, en consecuencia, en su producción.
Mogliati describió cómo las empresas del sector de infusiones, por ejemplo, han experimentado caídas de ventas que oscilan entre el 18% y el 40% respecto al año anterior. Esta situación refleja una tendencia general en la economía argentina, donde tanto las industrias que producen para el consumo masivo como aquellas que suministran insumos a otras industrias están sufriendo los efectos de la disminución de la demanda.
El consultor también mencionó que, en un intento por contrarrestar esta situación, algunas empresas están explorando mercados internacionales como una alternativa. Sin embargo, este enfoque no ofrece una solución rápida debido a los tiempos prolongados necesarios para desarrollar nuevos mercados y establecer relaciones comerciales en el extranjero.
Además, Mogliati advirtió sobre un fenómeno preocupante: el creciente interés por la importación como una opción para las empresas locales, impulsado por un análisis de costos que podría llevar a muchas a preferir importar productos en lugar de fabricarlos localmente. Esto se ve favorecido por posibles reducciones en los impuestos a las importaciones, que el gobierno está considerando para aliviar la carga impositiva de las empresas.
En cuanto al comercio exterior, Mogliati señaló que aunque Argentina registró un superávit comercial cercano a los 11.000 millones de dólares en el primer semestre del año, este resultado es engañoso. El superávit se logró debido a una fuerte caída en las importaciones, impulsada por la disminución del consumo interno, más que por un aumento en las exportaciones. Esto pone de relieve la dificultad de generar un crecimiento sostenible sin una estrategia clara para fomentar las exportaciones.
Finalmente, Mogliati expresó su preocupación por la falta de competitividad del tipo de cambio debido a la inflación, lo que podría llevar a una nueva devaluación. Según el experto, la situación actual es insostenible sin ajustes económicos que permitan un equilibrio entre la importación y la exportación, y sin políticas que estimulen la producción y el consumo interno.
En resumen, la economía argentina se enfrenta a un panorama desafiante, donde la caída del consumo y la producción, junto con una posible reorientación hacia la importación, podrían profundizar la crisis económica si no se toman medidas adecuadas y sostenibles.
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