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El último sábado, la ex ESMA se convirtió en el escenario de una multitudinaria manifestación en defensa del Centro Cultural Haroldo Conti, que enfrenta el riesgo de cierre debido a despidos masivos y recortes en la Secretaría de Derechos Humanos. Este emblemático espacio, que ha sido un pilar de la memoria y la cultura desde 2008, recibió un contundente respaldo por parte de artistas, referentes de derechos humanos, dirigentes políticos y ciudadanos preocupados por la situación.

En el programa radial Nuestro Tiempo, emitido por LT35 Radio Mon Pergamino, Gustavo Pérez Ruiz entrevistó a Patricia Villarruel, integrante de la Asociación Civil por la Memoria y los Derechos Humanos de Pergamino, para analizar la gravedad de las medidas que afectan tanto al Conti como a otros espacios de memoria en el país.

Un ajuste que amenaza la memoria

Villarruel explicó que el desmantelamiento de la Secretaría de Derechos Humanos no es reciente, pero se ha profundizado en los últimos meses con despidos masivos y la reducción de actividades clave. “Espacios como el Centro Virrey Ceballos han quedado completamente vacíos, sin trabajadores que puedan siquiera abrir sus puertas”, denunció. Además, señaló que estas acciones representan un golpe directo a la política de memoria, verdad y justicia construida en las últimas décadas.

La activista también destacó que el Conti, como símbolo icónico de la memoria, ha sido un faro de promoción cultural y derechos humanos durante 16 años. Sin embargo, el cese de 2.400 contratos en el Ministerio de Justicia y los recortes en áreas sensibles como el Archivo Nacional de la Memoria ponen en riesgo tanto la preservación de documentos históricos como la continuidad de juicios por delitos de lesa humanidad.

Protestas y actividades en defensa del Conti

Villarruel subrayó que estas medidas no solo obedecen a un supuesto ajuste económico, sino también a una intención ideológica que busca neutralizar las políticas de memoria. En este contexto, relató las actividades programadas para las próximas semanas, como una misa a cargo del padre Toto y una movilización con velas encendidas bajo la consigna “Una memoria que arde, el Conti en guardia”.

Finalmente, leyó un mensaje de los trabajadores del Conti, que refleja el espíritu combativo de la comunidad:
“Convocamos a nuestra comunidad hermosa, digna, deligerante, la que hizo de este gran escenario fuerza, transformación y libertad. Que la memoria arda, que la historia continúe, que el Conti siga de pie”.

El desafío de sostener la memoria

A pesar de los intentos de desmantelamiento, Villarruel expresó su esperanza en las provincias que mantienen un compromiso firme con las políticas de derechos humanos, como Buenos Aires, donde se preservan varios espacios de memoria gracias a estructuras locales y leyes provinciales.

La defensa del Conti no es solo la lucha por un espacio cultural, sino también por la preservación de la memoria colectiva. Como señaló Villarruel, “el desmantelamiento de estos lugares es un intento por borrar nuestra historia, pero las comunidades organizadas seguirán en pie para resistir”.

El reclamo sigue vivo, y la convocatoria crece. Mientras tanto, el Conti permanece como un símbolo de lucha, memoria y resistencia en tiempos difíciles.

Escuchá la entrevista completa:

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