En una sorprendente victoria, Donald Trump ha sido electo nuevamente presidente de Estados Unidos tras vencer con amplitud a Kamala Harris en una elección que resultó en un golpe severo para el Partido Demócrata. Después de cuatro años de gobierno demócrata bajo la administración de Joe Biden, Trump vuelve al poder, consolidando un retorno político que pocos veían posible tras su polémica salida de la Casa Blanca en 2020.
Trump, quien dejó el cargo bajo la sombra de dos juicios políticos y sin haber reconocido su derrota, ha retornado respaldado por un fuerte descontento en el electorado estadounidense respecto al rumbo del país y la situación económica. La impopularidad de Biden fue un factor clave, y el Partido Demócrata decidió lanzar la candidatura de Harris, quien sirvió como vicepresidente de Biden, en un esfuerzo por mantener la presidencia. A pesar de que las encuestas sugerían una contienda cerrada, Trump se impuso con notable ventaja en los estados cruciales.
El triunfo de Trump incluyó el dominio de los siete “swing states” o estados pendulares, cuyos votos son determinantes en el colegio electoral. El republicano recuperó los estados de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, en la región del Medio Oeste conocida como el “Cinturón del Óxido,” así como Arizona, Nevada, Carolina del Norte y Georgia en el “Cinturón del Sol”. La victoria en estos estados no solo le aseguró la Casa Blanca, sino también la mayoría en ambas cámaras del Congreso, ampliando el control republicano en Washington.
La agencia de noticias Associated Press (AP) anunció oficialmente la victoria de Trump a las 5:38 a.m., hora del Este de Estados Unidos. Al igual que en 2016, Wisconsin fue el estado clave que otorgó los votos decisivos a Trump, dándole una ventaja que el equipo de Harris no pudo remontar.
Por su parte, la reacción de Harris y su equipo fue de silencio durante gran parte del día. La vicepresidente finalmente reconoció su derrota en la tarde, realizando una llamada a Trump antes de ofrecer su discurso de concesión en la Universidad Howard.
Este triunfo de Trump representa no solo un retorno inesperado, sino una contundente derrota para el Partido Demócrata, que enfrentó un rechazo profundo de los votantes en medio de un clima de descontento económico y social.
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